Wednesday, September 9, 2009

Soledad Visión General



La soledad ha acompañado al ser humano desde su origen. Esto se refleja en las primeras escrituras, en la mitología, en los libros sagrados de las distintas religiones, en las leyendas, y se encuentra en testimonios de las crónicas recientes, recogidas en diarios, estudios, foros, ponencias y otros medios, que aseveran que la sensación de soledad aqueja a muchos, sin importar el estatus social del individuo, incluso, podríamos asegurar sin temor a equivocarnos, que la sensación de soledad se ha incrementado en los últimos tiempos. Tenemos entonces que el hombre, a pesar de todas las posibilidades, medios y herramientas con los que cuenta para estar comunicado, con todos los recursos, con todo el avance de las tecnologías, incluso, con descubrimientos tan importantes como el del funcionamiento del cerebro, del mundo, o del universo, con todo eso junto, no ha sido capaz de resolver aun, el más cotidiano e intrínseco de los problemas: el de estar consigo mismo.

Hay múltiples causas por las cuales una persona puede llegar a sentirse sola; si esta sensación es momentánea y fugaz, no habría de que preocuparse; pero cuando la sensación es persistente, se debe buscar una solución que ayude a la persona a salir tan pronto como sea posible de ese estado de ánimo de por si pernicioso, pues, abre las puertas a un sin fin de problemas que atentan contra la salud personal y colectiva.

Considero entonces que es importante resolver el problema de la sensación de soledad que afecta a hombres y mujeres. La sensación de soledad debe verse como una enfermedad, y debemos afrontarla con todas las armas con las que contemos, a fin de no darle tregua, de no permitirle que se instale como parásito en nuestro ser, colmando de sombra nuestro diario vivir. Allí es donde entran a jugar un papel muy importante tanto la hipnosis como la PNL, ya que son excelentes herramientas que sirven para cambiar las creencias discordantes, en este caso las que originan la sensación de soledad, por creencias potenciadoras, que nos hacen mejores personas, que nos ayudan a expandir nuestra conciencia.

En una próxima oportunidad, daré algunos consejos de cómo combatir esta enfermedad con nuestros recursos internos través de la PNL o la Autohipnosis.

Tuesday, September 8, 2009

Una hipnosis con un resultado muy grato y motivador

Imagen tomada del blog de Lio Arias

Una vez fuimos de visita, mi esposa, mis dos hijos y yo, a un hermoso lugar que mientan: Museo de la Leyenda. Está ubicado en el sector de Pachaquito, en la carretera a Oriente, antes de llegar a Puerto Píritu, en el estado Anzoátegui. Es un sitio muy agradable donde hay gran cantidad de tallas de madera, pinturas, y otras obras artísticas, relacionadas con las leyendas de Venezuela. En verdad es un sitio muy especial al que recomiendo que visiten cuando pasen por allí. Resulta, que mi hija que contaba 8 años en ese momento, quedó muy impresionada con los cuentos que nos narraron: la llorona, el silbón, la novia de la carretera, los saporos, etc. A partir de ese día, la niña no podía dormir, se despertaba a media noche, nos tocaba la puerta a mi esposa y a mi buscando compañía, estaba muy nerviosa por la noches y se le notaban las ojeras, incluso, esto comenzó a afectar su desempeño escolar, en fin, realmente una pesadilla para ella y para nosotros. Decidí que necesitaba hacer una alto a la situación, y conversé con ella para hacerle una hipnosis. Ella, que ya conocía el procedimiento de la hipnosis, aceptó de buena gana. Le hice una relajación con muchas imágenes porque su canal de comunicación predilecto es el visual, y una vez relajada, le di las sugestiones que consideré eliminarían el miedo. Le expliqué que el origen de estas leyendas, se debía básicamente a que hubo una época en que se pretendía controlar a los muchachos con estas historias de fantasmas y aparecidos, que era la manera en que los padres de esa época, lidiaban con los problemas de la adolescencia, que esas historias eran solo inventos y que la falta de electricidad, había ayudado a que se popularizaran. Luego, pasamos a las sugestiones, a los anclajes y a los disparadores, cerrando así el círculo. De una manera que pudiera parecer mágica, a partir de ese día, mi hija durmió con la luz apagada, plácidamente. Esa fue una de mis primeras experiencias como hipnoterapeuta, y sin duda, una muy grata y motivadora.

Recientemente pasamos por el frente del museo, vía a Caracas, y ella me preguntó: ¿Papá, porqué no vamos otra vez al museo de la leyenda?